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Energías no renovables: impacto y alternativas sostenibles

Escrito por Universidad Anáhuac Querétaro | abr 15, 2024

¿Recuerdas la primera vez que escuchaste el término “desarrollo sustentable”? ¿O te has preguntado por qué muchos hablan del calentamiento global como una situación de vida o muerte? Pues, si has puesto atención es porque en verdad lo es. 

Desde el siglo pasado, los líderes mundiales han enfatizado en la importancia de establecer modelos económicos que vean más allá de las circunstancias actuales. A esto se le conoce como desarrollo sustentable, pues “busca alternativas para satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”, como se estableció en la Comisión Mundial del Medio Ambiente y el Desarrollo (CMMAD) de las Naciones Unidas, en 1987. 

Desde entonces, los esfuerzos por volver a la sustentabilidad la norma en todos los ámbitos no han parado, y hasta han llegado a transformar radicalmente la cultura universitaria. En este artículo, exploraremos las bases del desarrollo sustentable: desde los tipos de energía no renovable que aún utilizamos, su impacto negativo en el planeta y de qué manera la Ingeniería Ambiental busca combatirlo. 

Tipos y usos de las energías no renovables

¿Qué tienen en común el gas natural, el petróleo y el carbón? Las conocemos como tipos de energía no renovable, es decir, que se encuentran en la naturaleza en cantidades limitadas y que al usarse, tarde o temprano, se agotan: 

  • El carbón: el primer combustible fósil en explotarse, puede utilizarse en centrales de generación térmica de electricidad, en la industria, el hogar y el transporte.
  • El petróleo: la principal fuente de energía del planeta y esencial en el transporte, pues de él se obtiene la gasolina y el diésel, entre otros productos, como el propano, el butano, los aceites lubricantes y el asfalto.
  • Gas natural: sus depósitos están muy ligados a los del petróleo y se utiliza sobre todo en la calefacción, la cocina y en medios industriales para la generación de energía térmica.

Durante muchos años, este tipo de energía no renovable lograba satisfacer las necesidades de la población mundial sin mucho problema, pero, como dicen, nada es para siempre. 

 

Impacto ambiental y desafíos de las energías no renovables

En primera, estos recursos tardan miles de años en regenerarse, por lo que su uso excesivo a través de los años se ha vuelto insostenible a largo plazo. ¿Y qué pasará entonces? Sin duda lo más preocupante es el impacto medioambiental que la quema de combustibles fósiles tiene (y seguirá teniendo) en el planeta. 

Según Global Carbon Budget, esta es la principal fuente de emisión de gases de efecto invernadero en la atmósfera, con alrededor de 36.8 mil millones de toneladas en 2023. Esto representa un aumento respecto al nivel del año anterior y va en contra de las medidas para reducir las emisiones de carbono.

Por ello, la comunidad científica ha alertado sobre la urgencia con que hay que actuar a través de medidas y políticas específicas para frenar el cambio climático y evitar un verdadero colapso medioambiental.

“Si el consumo de energía de biomasa aumenta sustancialmente en el futuro, es poco probable que el planeta siga siendo habitable”, advirtió Alessandro Agostini, investigador de la Agencia Nacional Italiana de Nuevas Tecnologías, Energía y Desarrollo Económico Sostenible.

Todo esto nos indica que ya no es suficiente con mantener los niveles de emisiones de años anteriores, sino que es crucial una reducción drástica y rápida a nivel mundial. Justamente, los países miembros de la Cumbre de Dubái (COP28) acordaron en su Balance Global diversas medidas, entre ellas, la “rápida y progresiva” reducción de combustibles fósiles y sus subsidios, así como la triplicación de la capacidad de energía renovable a nivel mundial.

La pregunta sigue: ¿por qué hay quienes aún se resisten al uso de energías renovables, como la solar, la eólica y la hidráulica? Según Agostini, se trata principalmente de una cuestión de infraestructura, pues aunque en muchos mercados, las energías renovables llegan a ser más baratas, la infraestructura energética actual sigue dependiendo de los combustibles fósiles.

 

La Ingeniería Ambiental como solución sostenible

En estas circunstancias urgentes, la carrera de Ingeniería Ambiental de la Universidad Anáhuac Querétaro es absolutamente crucial para planificar un futuro mejor para todos.

Nuestro programa se basa en el equilibrio de cinco ejes principales: la energía, el ambiente, la sustentabilidad, la economía y negocios, y la sociedad. Además, en la Anáhuac Querétaro, creemos que la preservación del medio ambiente no debería ser un impedimento para el desarrollo económico ni tecnológico, sino todo lo contrario; es necesaria para imaginar un mundo funcional a largo plazo.

Es por ello que nuestro modelo educativo 2025 apuesta por una formación integral que no solo te garantice excelencia académica, sino también los medios para proponer soluciones innovadoras y sostenibles a todos los desafíos del futuro. 

Todo esto se materializa en el amplio potencial laboral que te espera al graduarte, desde organismos públicos y privados con enfoque medioambiental, hasta empresas tecnológicas innovadoras para el desarrollo de alternativas sostenibles. 

Como aconseja Franco Guerrero Orozco, coordinador de la carrera de Ingeniería Ambiental en la Universidad Anáhuac Querétaro, "si tienes esa espinita de querer ayudar al medio ambiente, de poder desarrollarte en la parte de ingeniería y quieres aportar a un mundo más sano, entonces la  ingeniería ambiental es la carrera para ti".

Eso sí, este programa no es para quienes no sientan verdadera pasión por hacer una diferencia en su entorno, pero si este es tu caso, ¿qué esperas? Contáctanos para conocer más sobre este programa único y empieza a generar las soluciones que nos llevarán a un mundo mejor.

Tú tienes lo necesario para hacer esto y más, ¿te animas a descubrirlo?