El 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer en honor a la lucha histórica de las mujeres por una participación equitativa en la sociedad y el reconocimiento de sus derechos humanos, como ciudadanas con el mismo valor humano que sus contrapartes masculinas.
En esta fecha reflexionamos sobre la importancia de la igualdad de género y el empoderamiento femenino para impulsar la representación de las mujeres en la sociedad, celebrando el camino recorrido, sin perder de vista los desafíos que aún persisten.
Una sociedad donde hombres y mujeres convivan en condiciones de igualdad no tiene por qué ser un sueño lejano, sino una realidad que hoy es alcanzable gracias al empeño de todas las mujeres que abrieron camino a lo largo de la historia.
El Día Internacional de la Mujer surge a partir del movimiento obrero del siglo XIX, una época de gran expansión industrial, pero también de turbulencias, que las mujeres aprovecharon para comenzar a alzar su voz con cada vez más fuerza.
En ese entonces, la vida de las mujeres estaba repleta de limitaciones: no tenían derecho de votar, ni de manejar sus propias cuentas bancarias, ni de recibir una formación académica; hasta la esperanza de vida femenina era considerablemente menor que la masculina, debido a los peligros que representaba el parto y los malos tratos, en general.
Clara Zetkin es una figura clave en la historia del feminismo. En 1910, durante la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en Copenhague, propuso la creación de un día internacional que promoviera la igualdad de género y el sufragio femenino.
Este gesto no sólo enfatizó el valor de la solidaridad femenina internacional, sino que también marcó el inicio de una conmemoración que trasciende fronteras y generaciones.
La primera celebración oficial del Día Internacional de la Mujer sucedió el 19 de marzo de 1911, en países como Alemania, Austria, Dinamarca, y Suiza.
Este día se conmemora el 8 de marzo en relación al movimiento feministas de la Revolución Rusa de 1917, para honrar la lucha histórica de las mujeres por el derecho al voto, el acceso a la educación y la equidad social. Con los años, la fecha ha evolucionado para no sólo recordar los logros pasados, sino también desafiar las limitaciones del presente.
El reconocimiento oficial del Día Internacional de la Mujer en 1975 por parte de las Naciones Unidas marcó un hito importante, pues consolidó su importancia internacional y reafirmó el compromiso de las naciones del mundo con la igualdad de género.
El Día Internacional de la Mujer es una fecha que nos invita a reflexionar sobre los desafíos pendientes en la lucha por la igualdad de género. Esta conmemoración se ha convertido en una plataforma global para la sensibilización sobre las inequidades que aún persisten y para reafirmar el compromiso con el empoderamiento femenino en la sociedad.
Uno de los aspectos más sonados este día es la lucha contra la brecha salarial. La remuneración desigual por trabajo de igual valor entre hombres y mujeres aún es realidad en muchas partes del mundo: un recordatorio de las barreras sistémicas que falta derrumbar.
Además, la representación femenina en puestos de liderazgo es desproporcionadamente baja, algo que subraya la necesidad de promover la inclusión en todos los niveles jerárquicos.
El Día Internacional de la Mujer también recuerda la necesidad de reconocer y redistribuir equitativamente el trabajo no remunerado, como las labores domésticas y de cuidado, que comúnmente recaen sobre los hombros de las mujeres exclusivamente.
Esto no solo perpetúa la desigualdad de género, sino que también limita las oportunidades a las que las mujeres pueden acceder en el ámbito profesional y personal.
En los pasillos de la Universidad Anáhuac Querétaro, las historias de éxito y superación femenina se encuentran entre las aulas y oficinas, parte de un tejido social que empodera y motiva. Tres ejemplos inspiradores son el de Fabiola Ajuria, directora de la División de Economía y Negocios; Selene Reyes, coordinadora de la carrera de Ingeniería Química; y Lupitha Flores, coordinadora de la carrera de Nutrición. Todas ellas, mujeres líderes en la Universidad Anáhuac Querétaro.
A lo largo de sus 16 años en Anáhuac Querétaro, Fabiola Ajuria ha trazado un camino ejemplar: comenzó como profesora y ascendió hasta llegar a ser directora de su división. Su historia es testimonio del compromiso de la universidad con la educación y el liderazgo femenino, y demuestra cómo, mediante la dedicación y la excelencia, las barreras se pueden romper.
Con nueve licenciaturas bajo su ala, la División de Economía y Negocios que dirige Fabiola no solo se enfoca en las competencias técnicas, sino que también promueve una educación holística diseñada para formar líderes con una visión de acción positiva. Esto prepara a los estudiantes para que no solo ingresen al mercado laboral, sino que logren transformarlo.
Fabiola por otro lado, no esconde los desafíos que ha enfrentado al equilibrar su vida profesional con la personal. Su experiencia destaca el valor de la familia y la importancia de la auto-mejora continua.
“Ha habido momentos en que he tenido que hacer un alto en el camino, pero es cuando pongo todo en la balanza para equilibrar las actividades, así como utilizo herramientas de inteligencia emocional, bienestar personal, y comienzo a redirigir prioridades. Y todo esto sirve para, como dice la frase Anáhuac, ‘ser alguien sin dejar de ser tú’”, comenta Fabiola.
A lo largo de los años, la mujer ha luchado por su lugar en campos dominados tradicionalmente por hombres, y las ciencias no son una excepción. Sin embargo, cada vez son más las mujeres que desempeñan roles prominentes en ramas de la física, biología, ingeniería, química, entre otras.
Selene Reyes comparte que, cuando ella se encontraba estudiando la carrera de Ingeniería Química, la mayoría eran hombres, y hoy en día aproximadamente el 47% de los estudiantes de la carrera son mujeres.
“¡No tengan miedo al éxito! Estudien Ingenierías como la Ingeniería Química, ya que no solamente ya hay más mujeres en este campo, sino que las empresas nacionales y extranjeras están creando programas especiales para fomentar la vocación de mujeres en la Ingeniería desde edades tempranas, con actividades que las empoderan y las hacen sentir capaces de ser unas excelentes ingenieras”, menciona Selene.
La educación de las mujeres es un tema de vital importancia en nuestra sociedad contemporánea. A través de la historia, las mujeres han ido superando los obstáculos y barreras para acceder a la educación superior y el campo de conocimiento de cualquier área.
Un ejemplo es el estudio de la nutrición, un pilar fundamental para entender y promover la salud y el bienestar humano. A pesar de que, no siempre se logra visibilizar, la nutrición como un campo complejo y en constante evolución, se requiere de estudios y conocimientos rigurosos para desempeñar el rol del especialista en nutrición, el cual puede contribuir a mejorar la salud individual y colectiva.
“Es importante recalcar que la nutrición es una ciencia que requiere de preparación, conocimiento, esfuerzo y actualización. Hoy en día necesitamos a mujeres que quieran proponer, seguir estudiando y ser parte de esa ciencia porque allá afuera las necesitamos”, expresa Lupitha, coordinadora de la carrera de Nutrición en la Anáhuac Querétaro.
El Día Internacional de la Mujer, celebrado el 8 de marzo, es una jornada que reconoce los avances históricos en la lucha por la igualdad de género, tanto como los desafíos que aún persisten, como la brecha salarial y la falta de representación de liderazgo femenino.
Este día es un llamado global a la reflexión y acción continua para derribar barreras y fomentar una sociedad donde la igualdad de género sea una realidad constante y palpable.