“Esta no es una época de cambio, es un cambio de época”. Anónimo.

El mundo cambia muy rápido y cada vez es más real que el aleteo de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo.

¿De qué se trata esta nueva época?

Se vislumbra una crisis económica como pocas en la historia, se habla de que es solo comparable con la de 1929 en la época moderna. Como en todas las crisis, la primera consecuencia es una gran incertidumbre y la siguiente es parálisis. Lo que sigue ya depende de cada uno de nosotros. Hay quien se resigna y opta por esperar a que las cosas cambien, hay quien vende sus pertenencias para subsistir, hay quien se aprovecha de las circunstancias y lucra con equipo de salud.

Pero también hay quienes han visto en la crisis la oportunidad de resolver pendientes, de evolucionar su modelo de negocios, de volverse más eficiente, de reconectar con sus seres queridos, de reencontrarse con su yo interior o de aprender y desarrollar talentos que no sabía que tenía.

Poco después de la revolución industrial se pugnó porque hubiera respeto a los derechos de los trabajadores; de ahí surgieron los límites a las jornadas de trabajo, la no explotación infantil y los días de descanso. Posteriormente se evolucionó a sistemas de seguridad social que ayudasen a preservar la salud física de los trabajadores: así ganaba el trabajador, el gobierno y la empresa. Hoy las cosas son diferentes y paulatinamente se ha migrado a una vigilancia del bienestar del trabajador de una manera más integral. Aunque varios años tarde, en México entró en vigor la NOM 035, donde por primera vez de manera oficial se habla prevención de riesgos psicosociales desde perspectivas como las cargas de trabajo, relación trabajo-familia e incluso estilos de liderazgo en el trabajo. En los primeros pasos de dicha implementación llegó el coronavirus.

He leído en muchos lados que la gente quiere volver a la normalidad, que esto es un complot para un nuevo orden mundial, que son los poderes fácticos, que fue provocado por un murciélago, que todo se creó en un laboratorio, incluso, que estamos siendo parte de un experimento que tiene que ver con la tecnología 5G.

Hay dos realidades en esto. La primera: no sabemos realmente cómo se originó esta pandemia ni cuándo parará. La segunda: si las circunstancias no cambian sí puedes cambiar tú.

Hace poco escuchábamos que estábamos en la era de la información y que el SXXI sería llamado así. Es cierto que el COVID19 aceleró la conversión en cuanto a tecnologías de información, comunicación y trabajo a distancia. Desde mi modo de ver, esto es solo la punta del iceberg que implicarán muchos más cambios que hoy ni siquiera alcanzamos a imaginar.

En todo este contexto, es un hecho que existirá una gran demanda de profesionales en el campo de la salud, especialmente la salud mental organizacional. En otras palabras, crecerá la necesidad de psicólogos laborales y coaches ejecutivos, pero también aumentará la demanda de psicólogos clínicos y coaches de vida. Si este tipo de profesionales ya venía en auge, imaginemos ahora con cambios cada vez más rápidos, inesperados y de mayor impacto.

Para cerrar, recuerda que nada en el mundo tiene significado, a menos que tú se lo des. En otras palabras, ¿qué harás para que cuando termine este ciclo solo tengas palabras de agradecimiento hacia el coronavirus?