Hoy en día, la situación laboral exige cada vez más tiempo de nuestras vidas. Ahora, no sólo basta con estar todo el día en la computadora de la oficina, sino que tenemos una extensión de las obligaciones laborales, pendientes y problemas sin resolver en nuestros teléfonos móviles. Esto provoca que constantemente estemos desconcentrándonos; en el trabajo pensamos en nuestra vida personal y cuando estamos en nuestro tiempo personal, estamos preocupados por el trabajo. Vivimos en piloto automático.